Una de las grandes apuestas que hemos realizado la mayoría de la IP (Industria Privada), contamos con un sistema eléctrico nacional obsoleto en muchos aspectos, esto debido a que dejamos de invertir en nuevas líneas de transmisión y no solo eso sino en la producción de energía eléctrica.
En febrero nos encontramos con ineficiencias que nos llevaron a contar con apagones en la región norte del país, analistas e ingenieros expertos en materia comentan que seguirán los apagones a lo largo del año y eso se ve reflejado en pérdidas tanto para la CFE como para empresarios, negocios y hogares por un incremento tarifario escalonado en los próximos meses como medida de ajuste para compensar una perdida de 50,000 MDP por el alza de precios del gas.
Una alternativa importante es la producción de energía por medio de fuentes renovables en sitio, la cual nos puede apoyar en la recuperación económica después de la pandemia, el impacto que tiene es la creación de nuevos empleos, de la mano de una mejor calidad en el aire al reducir la quema de combustible para producción de energía y por si fuera poco la protección de la salud pública y por otra parte, la descongestión del sistema eléctrico nacional (SEN).
Estamos en momentos cruciales para marcar la diferencia y ser referentes en Latinoamérica en el uso de energías renovables; la visión es amplia, el reto es mayúsculo, pero él beneficio será inconmensurable. Preocupémonos por cada una de las repercusiones ya sean directas o indirectas que traen el uso de combustibles fósiles y promovamos las energías renovables.